
Las empresas chinas abandonaron sus iniciativas en el norte del país, lo que representa un duro revés para los planes del Gobierno en torno a la industrialización del litio, en medio de trabas burocráticas y un mercado inestable.
Un revés significativo enfrentó la Estrategia Nacional del Litio impulsada por el Gobierno, luego de que las compañías chinas BYD y Tsingshan decidieran no continuar con sus ambiciosos proyectos industriales en el norte del país. Ambas firmas fueron seleccionadas por Corfo para desarrollar iniciativas de valor agregado a partir del litio, con beneficios como acceso a precios preferenciales y suministro garantizado de carbonato de litio por parte de SQM hasta 2023.
Las razones detrás del desistimiento son múltiples. Según informó el Diario Financiero, el cambiante escenario del mercado internacional, la caída sostenida en los precios del litio y la complejidad regulatoria habrían sido determinantes. Las empresas apuntaron también a la falta de claridad institucional y a obstáculos en los permisos, lo que generó incertidumbre sobre la viabilidad de los proyectos. BYD, incluso, había advertido desde 2023 sobre la lentitud en los avances y la falta de definiciones por parte del Estado.
Tsingshan, que proyectaba una inversión de $233 millones de dolares en una planta en Mejillones, también se sumó a la retirada. Desde el sector privado han enfatizado que sin condiciones claras ni mayor agilidad en la tramitación, iniciativas de esta envergadura difícilmente se concretarán. La decisión de ambas compañías representa no solo una pérdida de inversión extranjera, sino también una alerta sobre los desafíos que enfrenta Chile para atraer y consolidar procesos de industrialización ligados a sus recursos estratégicos.