
Pese a señales mixtas desde China y el alza de inventarios en EE.UU., el metal rojo se ve impulsado por un dólar débil, riesgo fiscal global y alta demanda física.
Durante la semana del 19 al 23 de mayo, el precio del cobre cerró en US$ 4,35 por libra, anotando un incremento semanal del 0,6%. Con esto, el promedio anual alcanzó US$ 4,23 por libra, un 4,6% más que en igual período de 2024. El mercado se mantiene en backwardation, lo que indica escasa disponibilidad de cobre refinado. “La debilidad del dólar y el aumento del riesgo fiscal en EE.UU. favorecieron a los activos reales como el cobre y el oro”, destaca el informe.
Los inventarios totales en las tres principales bolsas sumaron 421.797 toneladas, con una caída semanal del 4,4%. En la LME, los warrants cancelados llegaron al 43,8% del total, señal de mayor demanda física en el corto plazo. “La diferencia de precios entre COMEX y LME refleja enfoques distintos: mientras en Nueva York dominan las compras especulativas, en Londres el foco sigue puesto en la evolución de la demanda real”, concluye el análisis.