Por Sergio Hernández, director ejecutivo Aprimin
Declaraciones del director de Presupuestos, Matías Acevedo, reconocen que US$ 3.400 millones de los US$ 6 mil millones adicionales de aportes fiscales a las familias y otros beneficiarios provienen del mayor precio del cobre, además del aporte minero que ya estaba en el presupuesto 2021. El restante aporte de US$ 2.600 millones viene de los ahorros fiscales del FEES, 100% aportados por la minería.
Además, estima que los aportes del impuesto específico a la minería (royalty) tendrá una tasa efectiva del orden del 7%, con tasa marginal máxima de entre 10,5% y 15%., dependiendo del precio del cobre este año.
Cabe preguntarse entonces cómo se originan estos recursos. La respuesta es: por la inversión en minería, que genera actividad con grandes encadenamientos productivos, empleos, e impactos beneficiosos para toda la economía nacional.
Por tanto, protejamos la inversión, única fuente original de enormes ingresos fiscales, empleo y crecimiento, generando recursos para la agenda social y las ayudas frente a la pandemia. En efecto, el Fisco no genera ingresos, salvo muy marginales por utilidades de empresas públicas cuando las tienen, que no son muchos casos. Los genera la actividad empresarial.
Actualmente la minería chilena enfrenta muchas dificultades para su desarrollo y aumentar la inversión: estamos en el 30 lugar del ranking de inversión, con costos laborales muy altos y leyes del mineral reduciéndose, impurezas, dureza de la roca, permisos ambientales y de la comunidad demorosos, incertidumbre constitucional, debilidad del estado de derecho por la violencia.
Chile entero debe tomar conciencia que para el bien del país debemos proteger la minería y su competitividad. Es por tanto un pésimo momento para un proyecto como el de royalty que se debate en este tiempo en la Cámara de Diputados. En el mediano plazo y largo, por las menores inversiones que ocurrirían si este proyecto prospera, la recaudación será menor a la actual.
Solo recuperar nuestro nivel de competitividad, en que teníamos el sexto lugar en el ranking de inversión minera (hoy el 30), nos asegurará que la minería siga siendo la base de nuestra fortaleza como país. No perdamos la perspectiva de largo plazo.