fuente: IEEFA
El análisis, publicado ayer por BloombergNEF, concluye que el hidrógeno “verde” o renovable, fabricado con energía solar o eólica, será más barato que el hidrógeno “azul” -producido a partir de gas natural y equipado con captura de dióxido de carbono- en 2030 en los 28 países estudiados, incluido Estados Unidos. Varias empresas de combustibles fósiles y grandes petroleras apoyan las subvenciones al hidrógeno azul.
Tanto el hidrógeno renovable como el “azul” siguen siendo poco más que un concepto en este momento. Cerca del 95% del hidrógeno de Estados Unidos es “gris”, o derivado del gas natural, y no tiene ningún sistema de captura de las emisiones de CO2 resultantes.
La mayoría de los análisis muestran que el hidrógeno azul sería varias veces más barato de producir, en la actualidad, que el hidrógeno renovable, pero el análisis de BNEF predice que la situación cambiará drásticamente en la próxima década. Para 2050, escriben los analistas de la firma, el hidrógeno renovable será incluso más barato que el “gris”, llegando a costar 67 céntimos por kilo en Estados Unidos, frente a los 1,19 dólares/kg del hidrógeno gris.
“Las empresas que actualmente apuestan por la producción de hidrógeno a partir de combustibles fósiles con CCS tendrán como máximo diez años antes de sentir el pellizco”, dijo Martin Tengler, analista principal de hidrógeno en BNEF, en comentarios incluidos en la publicación del análisis.
“Con el tiempo, esos activos se verán subvalorados, como está ocurriendo con el carbón en el sector eléctrico hoy en día”, siguió añadiendo Tengler.
Un umbral de precio clave para que el hidrógeno renovable se adopte de forma generalizada, en opinión de la industria y los investigadores del sector energético, es de 2 dólares por kilogramo. Ése es el objetivo de los investigadores del Departamento de Energía sobre el hidrógeno y de coaliciones industriales como la Green Hydrogen Catapult.
En 2030, el coste del hidrógeno renovable en Estados Unidos oscilará entre 1,21 y 1,93 dólares por kilogramo, dependiendo del tipo de electrolizador que se utilice para separar el hidrógeno del agua, escribió Meredith Annex, responsable de la investigación sobre descarbonización térmica en BNEF, en un correo electrónico enviado a E&E News.