Agencia EFE.
“Rio Tinto está en proceso de terminar todas las relaciones comerciales que tiene con cualquier empresa rusa”, dice un escueto comunicado enviado a EFE por un portavoz de la minera, una de las mayores del mundo.
En el comunicado se lee que la empresa analiza con su equipo legal “el futuro de su refinería de aluminio Alumina Queensland, situada en el nordeste australiano y en donde la minero-metarúrgica rusa Rusal, una de las empresas de aluminio más grande del mundo, tiene el 20 por ciento de participación, según el diario Australian Financial Review”.
La decisión también afectará a su mina de cobre Oyu Tolgoi en el desierto de Gobi, en Mongolia, que compra suministros y combustibles en Rusia.
La confirmación de Rio Tinto de la decisión se da después de que su jefe de la división de cobre, Bold Baatar, dijera en una conferencia en Houston (Estados Unidos) que la multinacional “estaba buscando alternativas para abastecer de combustible a su mina de Mongolia, aunque no podría dejar de comprar del todo este producto a los rusos”.
Con este paso, Rio Tinto sigue el camino de otras multinacionales como la petrolera Royal Dutch Shell, que ha parado de comprar combustible ruso, al igual que BP o Coca-Cola, Pepsi, McDonald’s y Starbucks que anunciaron la suspensión de sus operaciones en Rusia.