La crisis hídrica mantiene en marcha un intenso trabajo de la minería chilena para lograr que sus 13 plantas desaladoras mineras -de un total de 23- logren junto a 15 proyectos desaladores relacionados, la meta del 71% de agua desalinizada en usos mineros.
Según estimaciones de Cochilco, para el año 2033 el uso de agua continental se reducirá en un 45% en comparación con 2021, gracias a los proyectos diseñados para combatir la escasez de agua en el país, sobre todo en la zona norte, quinta región y zona central.3
La Política Nacional Minera 2050, que establece como prioridad el modelo de economía circular a través de la reutilización de residuos y el uso eficiente de recursos, se propone la meta de no superar el 5% uso de agua continental de las aguas totales utilizadas, por lo que la minería se encuentra trabajando en importantes proyectos para lograr las metas ambientales impulsadas para las regiones semiáridas que han sufrido graves problemas en la última década.
Sin embargo, y a pesar de este positivo panorama, un reciente estudio de investigadores de la Universidad de Concepción, Centro EULA y el Instituto Milenio SECOS, analizó mediante imágenes satelitales la capacidad del territorio para la instalación de plantas (entre la Región Metropolitana y la Región de Arica y Parinacota), dando como resultado que del total de superficie en la zona costera considerada para el estudio, solo 5.195 km2 (4,5%) son “altamente apropiados”, lo que revela la limitación de espacio disponible, contraponiéndose a las expectativas de crecimiento de la industria.