La ministra de Minería, Aurora Williams, dio cuenta del trabajo que se está desarrollando en torno a la elaboración de una Estrategia de Minerales Críticos o Estratégicos, prevista para 2025.
Esta semana se llevó a efecto el seminario “Minerales Estratégicos: El nuevo impulso de la minería en Chile”, organizado por el Ministerio de Minería. El evento, realizado en las dependencias de la Universidad Mayor, reunió a destacados especialistas, autoridades y académicos para abordar los desafíos y oportunidades que enfrenta el país en un escenario global de creciente demanda de recursos minerales estratégicos.
La ministra de Minería, Aurora Williams, dio cuenta del trabajo que se está desarrollando en torno a la elaboración de una Estrategia de Minerales Críticos o Estratégicos, prevista para 2025. “La creciente demanda de minerales críticos impone grandes desafíos a la industria chilena. Para construir una estrategia sólida, partimos con las instituciones clave de la industria minera. Por un lado, Cochilco, que nos proporciona información sobre la demanda de minerales críticos, y por otro, Sernageomin, que ofrece datos geológicos de nuestro país esenciales para proveer los minerales que el mundo necesita”, señaló la secretaria de Estado.
Por su parte, Claudia Rodríguez, vicepresidenta ejecutiva (s) de Cochilco, profundizó en los lineamientos del organismo para avanzar en este objetivo, dando paso a la presentación del estudio “Análisis de Minerales Críticos y/o Estratégicos” y destacó las oportunidades que Chile tiene para “asegurar su producción responsable, su suministro sostenible y su uso eficiente, ya que es crucial para enfrentar los retos económicos, sociales y geopolíticos del futuro”.
El evento también incluyó la exposición del estudio “Potencial geológico de minerales críticos y/o estratégicos en Chile”, presentado por Sernageomin. En este contexto, Patricio Aguilera, director nacional de la entidad comentó que “esta iniciativa no solo responde a la creciente demanda de minerales esenciales para la transición energética y tecnológica, sino que también fomenta el diálogo entre el Estado, la industria, las comunidades y expertos, asegurando una visión de largo plazo que impulse el crecimiento económico, la innovación y la sostenibilidad ambiental, consolidándola como una política de Estado fundamental”.