El Primer Tribunal Ambiental verifica las operaciones de la empresa Quiborax tras una demanda del Consejo de Defensa del Estado.
El Primer Tribunal Ambiental realizó una exhaustiva inspección de dos días en el Salar de Surire y las instalaciones de la planta El Águila, propiedad de la empresa Quiborax. Esta diligencia se enmarca en una demanda interpuesta por el Consejo de Defensa del Estado (CDE), que alerta sobre posibles daños significativos al ecosistema del salar. Durante el recorrido, los ministros Marcelo Hernández Rojas y Alamiro Alfaro Zepeda revisaron diez puntos de observación, centrándose en las actividades de extracción de ulexita y su impacto en el medio ambiente local.
El ministro Hernández destacó la importancia de la inspección para entender el contexto territorial y biológico del salar, así como la interacción de las actividades productivas con los ecosistemas. “Conocimos el contexto territorial, las comunidades indígenas y el ecosistema que sustenta la cadena trófica de los flamencos”, afirmó. La visita contó con la participación de más de 40 personas, incluidos representantes de diversas instituciones públicas y miembros de la Comunidad Ancestral de Salar de Surire, quienes realizaron una ceremonia para solicitar la bendición de la Pachamama al inicio de la actividad.