
El metal rojo alcanzó los US$ 4,30 por libra, impulsado por factores monetarios, temores de escasez y movimientos en la demanda china.
Durante la semana del 5 al 9 de mayo de 2025, el precio del cobre registró un alza de 1,2 %, cerrando en US$ 4,30 por libra, su nivel más alto en semanas. Esta subida se vio favorecida por la debilidad del dólar estadounidense, expectativas moderadas de avance en el comercio entre EE. UU. y China, y una postura cautelosa de la Reserva Federal, que mantuvo las tasas de interés ante riesgos inflacionarios. En lo que va del año, el promedio del cobre se sitúa en US$ 4,22, un 6,2 % por encima del mismo periodo de 2024.

Por el lado de la oferta, la producción global mostró señales de contracción en el primer trimestre, con descensos en empresas clave como Freeport-McMoRan, Glencore y Anglo American. Si bien Codelco y Antofagasta Minerals reportaron aumentos interanuales, estos no bastaron para compensar la baja global. “El equilibrio entre oferta y demanda sigue ajustado, lo que sostiene los precios en un rango elevado”, indican analistas del mercado.
En cuanto a la demanda, las importaciones chinas de cobre refinado se mantuvieron estables en abril, pero las compras de concentrado alcanzaron un máximo histórico. En paralelo, los inventarios en bolsas de metales cayeron 1,3 %, totalizando 416.466 toneladas. Destaca la baja del 9,6 % en la Bolsa de Shanghái, mientras que el COMEX estadounidense registró un alza del 6,3 %. Además, el 63,2 % de los inventarios de la Bolsa de Londres están comprometidos para entrega, reflejando una creciente presión en el mercado físico.