
El valor del metal rojo cerró en US$ 4,44 por libra, impulsado por una menor oferta global, especulación en mercados y temores a nuevas barreras arancelarias en EE.UU.
El cobre registró un alza semanal de 1,8 % y cerró el viernes 6 de junio en US$ 4,44 por libra, acumulando un promedio anual de US$ 4,25, un 3,9 % más que en el mismo período de 2024. La apreciación se dio en un contexto de alta volatilidad, marcada por la depreciación del dólar, caída de inventarios en las principales bolsas de metales y renovadas tensiones comerciales. “El mercado físico muestra signos de estrechez cada vez más evidentes”, indicó el informe semanal.
Uno de los factores clave fue la fuerte reducción de inventarios globales, que sumaron 409.341 toneladas, una baja de 2,8 % respecto a la semana anterior. Destacó la caída del 10,6 % en la Bolsa de Metales de Londres (LME), donde el 58,8 % del cobre almacenado ya está reservado para entrega. “Este alto nivel de warrants cancelados anticipa una mayor presión sobre la oferta disponible”, advierte el análisis.
En el plano geopolítico, la decisión del presidente Donald Trump de duplicar los aranceles al acero y aluminio elevó las expectativas de que el cobre pueda enfrentar restricciones similares. Aunque el metal no ha sido incluido oficialmente, el temor ya se refleja en los precios. A esto se suman interrupciones operativas en la mina Kamoa-Kakula y el encarecimiento de los costos de refinación, lo que refuerza el sesgo alcista en el corto plazo.