Alcanzar una minería cada vez más verde y sostenible es el objetivo nacional que, junto a otro proyectos, como la carbono neutralidad, han tomado protagonismo en el panorama industrial chileno.
Fuente: Hidronor
El Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) y la Dirección General de Aguas (DGA), han desarrollado múltiples iniciativas en materia de fiscalización para asegurar un correcto manejo de residuos asociados a la minería, teniendo un último avance en enero de este año con la nueva “Instrucción general para la vigilancia ambiental del componente agua en relación a depósitos de relaves”, la cual establece que, hasta este 28 de julio, las empresas mineras que no hayan comenzado con su plan de cierre de relaves menores a 100 millones de toneladas, deberán inscribirlos; mismo proceso que se aplicó en abril de este año para los relaves de mayor tamaño (más de 100 millones de toneladas).
Esta normativa busca establecer un estándar de monitoreo común a nivel nacional con énfasis en el componente “agua” para vigilar la estabilidad física y química de las instalaciones con el uso de las últimas tecnologías informáticas disponibles, y aplica a todos aquellos depósitos que cumplan la condición de haber iniciado su depositación y no haber comenzado la ejecución de su plan de cierre y que, a la vez, cuenten con al menos con una Resolución de Calificación Ambiental (RCA) favorable.
Luego del registro de relaves dentro del plazo antes mencionado (28 de julio), las empresas deberán iniciar el reporte electrónico (para datos discretos) y finalmente la conexión en línea (para datos continuos), según corresponda.
La compañía, que se ha convertido en un socio estratégico de sus clientes mineros para gestionar labores de recuperación y revalorización de los suelos contaminados, cuenta con la capacidad de brindar una serie de mecanismos para orientar, sugerir e implementar remediaciones de sitios contaminados para su futuro uso industrial o habitacional.