Los senadores insistieron en la necesidad de conocer informes topográficos y de afectación minera con base en antecedentes que determinen responsabilidades.
El pasado sábado, un socavón de 32 metros de diámetro con una profundidad de 64 metros se abrió en un espacio cercano a la mina subterránea de cobre Alcaparrosa de la Minera Candelaria.
Los legisladores, tras escuchar al director del Servicio Nacional de Minería y Energía (Sernageomin), acordaron recabar antecedentes del suceso por medio de los ministerios de Minería, Medio Ambiente y las autoridades locales, así como la compañía que opera en la zona.
Ya en noviembre de 2013, un agujero se había registrado en un cerro de Tierra Amarilla, cuando un caserón colapsó a 450 metros bajo la superficie, cediendo el terreno en la parte alta para dar con un forado de 20 metros de largo por 30 de ancho, y 30 metros de profundidad.